As nosas FÁBULAS

EL PECECILL0


Había una vez,

En el mar un precioso pez,

Y pasó de repente un tiburón,

Y en su boca llevaba un salmón,

El pez se entristeció…

Y de repente al lomo de la bestia saltó

Muy enfadada la criatura dijo:

-¿A dónde vas canijo?

-¿Canijo yo?¿Pero quien te crees que eres gañán?

-Soy más pequeño pero más astuto que tú, holgazán,

Y si no quieres que te hiera,

Márchate y haz lo que el salmón quiera.

-¿Marcharme yo?¿Por la orden de un pequeñajo?

Y entonces el pez le arrancó el brazo, de cuajo.

El tiburón salió llorando ,

El salmón acabó libremente nadando,

Y en compañía de su nuevo amigo, el pez,

Dejaron al tiburón hecho añicos otra vez.


                     MARIA AGULLEIRO CASAIS



Una fiera muy temible,
Y una rata con imperdible. 


Pobre fiera, que desdichada


Y pobrecita, está aprisionada.


El ratoncito lo siente,
Pobre fiera indigente.
El ratoncito, saca a la fiera
De tal manera,
Que pueda escapar
Sin demorar.
-Gracias ratón
-De nada león
Y cada uno, se marchó
Y al otro saludó.

           ALEXIA MARIÑO BEIRO
 
El gato y el conejo
Había un conejo atrapado
En las zarpas de un gato:aprisionado
En una prisión innecesaria
Pidiendo plegaria
El gato se compadeció
Y el conejo se escapó.
Luego,el gato despistado
Se encontró en un escenario indeseado,
En la casa de un perro enfadado
Que lo persiguió colina abajo
El gato corrió y corrió
Pero el perro lo atrapó
Y el gato se vio encarcelado
Como ese conejo asustado.
      Lidia Mª Canosa Estévez 


Era un día un tiburón
que quería comer un camarón
el camarón todo preocupado
pues vaya palo
iba a ser engullido
por un tiburón temido
pues fue por cantar
y con otros bailar
el tiburón dijo:
pide perdón
y sin levantar el tono
un te perdono
salió de la boca
minúscula, de mosca
del camarón
y te perdono, dijo el tiburón
después de pasar este trago
el tiburón quedó atascado
en una roca
que no pasaba ni una foca
ayúdame, dijo el tiburón
ahí voy, respondió el camarón
el tiburón dijo: se piadoso conmigo
el camarón respondió: aquí yo fui el herido
pero te ayudaré
¡uuff! que bien.
 
por: Helena Castro Castreje